Los que somos de esta Sierra Sur de Jaén, lo hemos oído desde pequeños. Transmisión oral de un fenómeno sanador y milagrero que abarca varias generaciones y que no encuentra una sucesión clara en estos tiempos.
La figura del sanador aparece ya en el siglo XVI. Hombres y mujeres conocedores de la anatomía animal, que anudaban huesos a los vecinos que se rompían algún miembro. Sanadores de culebrinas o verugas, y como no, curadores del mal de ojo. Siempre al servicio de la comunidad que los respetaba y a los que acudían, cada vez que la necesidad apremiaba, ellos confortaban a los desheredados de la fortuna y la salud.

Corrupción de la palabra sanador, aparece en el siglo XIX santo, nombre con los que son conocidos los tres principales sanadores de la Sierra Sur. Santo Luisico, Santo Custodio y Santo Manuel. Una tríada de hombres buenos, en el sentido machadiano, que ayudaban, escuchaban y procuraban sanar a la comunidad en la que habían nacido. Así que, hemos intentado acercarnos al enigma de estos tres hombres, cuyo recuerdo nos lleva a lo mas profundo del sentir de una comarca marcada por el olvido y lejos de los motores económicos de la Provincia.
No entramos en su actividad como santos. Analizamos su práxis y sus creencias. No acudimos a testimonios de los que los conocieron, manejamos fuentes periodísticas y fotográficas de distintas épocas. E intentamos explicar el fenómeno desde la sociología y los estudios de universitarios.
Imposible racionalizar el fenómeno, que por otra parte se da en otras Regiones y Países, aunque en la Sierra Sur con unas características propias y peculiares. Es una demostración más de nuestra rica tradición, de una idiosincrasia que hace a esta comarca única. Las gentes que acudían y acuden a estos lugares, son gentes sencillas, con una mente flexible, en absoluto son débiles mentales, ni incultos. Muy al contrario por una mayor riqueza cultural, combinan la medicina convencional con este tipo de sanaciones. No es una moda, es un fenómeno profundamente ligado a la tierra y al pueblo, que los arropa y que deseoso acude a ellos de forma emocional y los convierte en padres espirituales y sanadores, dándoles el calificativo de santos.
Hoy día, las redes sociales, están dando un cambio a la hora de la transmisión de los hechos y milagros de los enigmas que suceden en estas tierras. Páginas webs. Muros de Facebook. …. toda una serie de mass media que están dando un giro a estos enigmas y a su transmisión. No pretendemos valorar el fenómeno, solamente recogemos lo que otros han contado.
Entre olivos, carrascas, encinas y verdores, aparecen con su personal arquitectura de muchos decenios Frailes, Valdepeñas de Jaén, Castillo de Locubín, Noalejo, Los Villares, Alcalá la Real, y otros solitarios caseríos a los que vuelven a refugiarse los pájaros cuando el invierno arrecia. Estos viejos santos de la Sierra Sur de Jaén, supieron bendecir con sus dones y su gracia, estas patrias desoladas y puras.
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ENIGMAS DE LA SIERRA SUR
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