En el Archivo de la Chancillería de Granada se guarda un curioso expediente de las responsabilidades que recaen a un alcalaíno que vivía en Íllora y que durante la Guerra Civil había pertenecido al Partido Socialista. En el expediente que comienza en 1936 se alarga hasta 1946.
Un poco de historia: En agosto de 1936, en las tierras de Íllora, en sus pueblos de Alomartes, Tocón, Obéilar, Brácana y Escóznar, la caballería de la Falange, mandada por el capitán Fernández, luchaba por mantener abierto el pasillo de Granada a Sevilla, mientras atacaban a las fuerzas de la República que llegaban desde Málaga y Alcalá La Real (Jaén). En el pueblo, la represión y los asesinatos estaban a la orden del día: los falangistas y el alcalde impuesto por el comandante Valdés comenzaron su venganza. Llegó la ‘noche oscura’.
En julio de 1938 se abre expediente de responsabilidades políticas a Antonio Murcia Sánchez, vecino de Íllora, en los juzgados de primera instancia e instrucción de Montefrío (Granada). El hecho no tendría mayor trascendencia si no fuera por que el reo era un alcalaíno, al que vamos a seguir su pista.
El Gestor de la Comisión del Ayuntamiento de Íllora a la sazón Antonio Ibáñez Gutiérrez, en 15 de diciembre de 1936 informa que no se conoce la situación social del reo Antonio Murcia Sánchez, aunque tiene conocimiento que al principio de la guerra, que llaman Movimiento Salvador de España, Murcia Sánchez se hizo jefe de un grupo de marxistas que saqueó el cortijo “Menchon Bajo” del que era guarda jurado, y que cuando comenzaron a perseguirle las tropas nacionales huyó al frente republicano.
El cortijo del Menchón fue propiedad de los frailes carttujos hasta la desamortización de Mendizabal que pasó a manos privadas y actualmente gran parte a la familia Abril. El cortijo del Menchón por su ubicación en la frontera entre el reino de Granada y Jaén dio lugar a una fuerte roturación de terreno bajo la Sierra del Camello, donde el monte ocupaba una gran parte para convertirlo en tierra de mieses. Completaron la roturación los frailes que solían arrendar el Menchón alto y bajo a labradores alcaláinos, que se asentaban en la casa cortijo, donde hubo un oratorio dedicado a san Isidro, entre otros habitáculos como tinados, caballerizas, pajar, chozones y varias casas.
Ante los informes que se piden de Murcia Sánchez desde el Ayuntamiento de Ìllora se envía un informe en el que se afirma que Antonio Murcia al iniciarse la Guerra se unió a los marxistas ignorándose su paradero actual, aunque no se sabe si estaba afiliado a algún sindicato o sociedades. Se suponía su pertenencia a grupos extremistas de izquierdas, mas concretamente a la Sociedad Obrera que existía en el cortijo Vallequemado del término municipal de Íllora. Concluye el alcalde: Su actuación ha sido notoriamente rebelde a la noble causa Nacional.
El documento concluyente esta fechado en 30 de octubre de 1941 el entonces comandante del puesto de Íllora, Vicente Moreno Sabio, informa que Antonio Murcia Sánchez se encuentra en la cárcel de Granada, que estaba casado y era de 52 años de edad, su profesión del campo, nacido en Alcalá la Real, era padre de 6 hijos y el hijo mayor también se encontraba en la cárcel de Granada por tener las mismas ideas de izquierdas que su padre.
En julio de 1946 se sobreseyó el caso de Antonio Murcia y para ello se pide que se notifique al interesado, y que se dejen sin efecto las medidas precautorias adoptadas, y que se le devuelvan los bienes intervenidos.
Historias de un pasado gris y duro para todos los españoles.
